Solo para mi

Contemple fijamente a Adam.  Viéndolo de cerca era bastante apuesto, en realidad todos aquí éramos hermosos, algo a lo que aun no me acostumbraba. Y que no quería acostumbrarme.

-Emm… Adam-dije yo con timidez. El era alguien realmente imponente, grande y con unos ojos azules fríos.

-¿Qué ocurre?

-voy a salir

-¿a cazar?-musito mientras enarcaba una ceja. Escalofríos recorrieron mi cuerpo.

-no, voy a casa de una amiga. Una amiga humana

-oh-mascullo él.

-si

-está bien, pero procura mantener la clama

-¡eh! Calma es mi segundo nombre-trate de bromear yo. Pero él ni siquiera sonrió. Vaya, este chico era muy serio. De hecho no sabía por qué acudía a él, pero últimamente hablaba con Adam a diario. Era un tipo genial, claro nunca se reía de mis chistes, bueno prácticamente nunca se reía. Pero este chico era guay.

-está bien

-pero antes, una cosilla

-dime

-¿intentaran no matarse mutuamente mientras no esté?

-sí, no te preocupes

-de acuerdo- Salí de la cabaña muy rápido. Era mejor correr antes de arrepentirme de la visita que estaba a punto de hacer.

Todos mis hermanos ya estaban superando el episodio dramático que habíamos vivido hace unos días.

De hecho estábamos más unidos que nunca, gracias al nuevo pacto que habíamos hecho:

Meg, nos había obligado a toda mi familia y a mí a reunirnos en la sala. Estábamos muy incómodos, sentados en sillones diferentes. La atmosfera era de tención.

-¿para qué me llamaste? Sabes, soy un hombre bastante ocupado, me estas quitando varios segundos de mi reloj- mascullo Will. Mi Will, el mismo de siempre.

-Hay, por dios Will, vivirás eternamente, el tiempo te sobra, no seas tonto- dijo Gina.

-no soy tonto hermana, soy sarcástico, pero creo que no sabes el significado del sarcasmo- antes de que Gina se defendiera, Meg hablo

-Los traje aquí por que ya estoy harta de esta situación, somos una familia y necesitamos estar unidos.

-Meg tiene razón, es algo infantil estar enojados por algo que sucedió en el pasado- agregue yo

-Meg ¿perdonaras a Will después de lo que te hizo?- interrumpió André.

-André, Will estaba afectado en ese momento… no fue su culpa, en dado caso fue la culpa de Amanda, que hizo que Will contara esa historia- dijo Nesa, golpeándome con la mirada.

-¿yo? ¡Ah! Claro ahora todo es culpa mía- me defendí con rabia. Esa niña se estaba ganando una paliza.

-¡basta! Pelear no tiene caso, Meg tiene razón. Y bueno lo eh pensado. Tengo una idea- dijo Gina.

-miren, creo que la culpa la tienen nuestros impulsos salvajes de depredador- prosiguió ella. Todos reímos.

-¿Qué?-pregunto inocentemente.

-nada, sigue-musito Adam

-bueno creo que sería mejor comprar la sangre

-claro, la gente estará encantada de vender sangre a unos vampiros-musito Will

-la compraremos en la carnicería. Sera sangre fresca y tibia de animales.

-no suena mal.- dijo Nesa.

-Claro, y bueno Will, jamás cuentes esa historia otra vez- mascullo André, limando cualquier rencor.

-jamás-coincidió Will.

Estaba corriendo muy rápido, sintiendo la velocidad y la adrenalina que corría por mis venas. Pero por desgracia llegue muy rápido a la ciudad y tuve que caminar, como cualquier humano.

Según las indicaciones de Sookie estaba a 10 minutos de mi paradero actual. Camine mientras algunos hombres me miraban de arriba abajo. De acuerdo, yo era bonita, pero esta vez me había arreglado un poco. Ropa linda y ajustada y un poco de maquillaje.

Por fin, llegue a mi destino. La casa de Sookie y Gabriel. La casa era grande y elegante. Toque el timbre. Una, dos, tres veces. Escuche pasos dentro de la casa, y Sookie abrió la puerta.

-¡Hola! Me alegra que estés aquí.

-yo también me alegro

-pasa, estás en tu casa.

-muchas gracias- por dentro la casa era hermosa. El piso era de mármol blanco y todo estaba totalmente limpio.

-Sube- dijo Sookie mientras apuntaba unas escaleras de madera. Ambas subimos. En la planta alta de la casa se encontraba una sala de estar con unos sillones de piel y una pantalla plasma. También había un buro grande con palomitas, refrescos y dulces.

-pensé que podíamos ver algunas películas- dijo ella animadamente.

-claro, buena idea.

-Gabriel viene en unos minutos, se estaba arreglando, ya sabes solo para ti.-dijo Sookie mientras giñaba un ojo. Solo para mí.