Preparandose para la mejor fiesta de la historia

-No te dolerá- musito Will, mientras tomaba con dulzura mi mano. No sé ni cómo había aceptado esto. Pues ahí estábamos Meg, Will y yo.

Yo estaba sentada en una silla giratoria, en unos pocos minutos me harán una perforación en la nariz, fue idea de Will. Y yo no me opuse, pues en serio quería hacerlo. Meg se pondría una perforación en el ombligo. Y Will en la lengua.
-¿Estas lista?- pregunto el hombre que me podría la perforación
-si-musite yo, mientras fruncía el seño y cerraba los ojos. Esto me daba pánico pero la vida es de riesgos ¿no? El hombre me seco la nariz con un hisopo que tenía un líquido, después saco un objeto que me recordó a un popote pero a diferencia de un popote este era grueso, y por la parte de arriba estaba abierto, (y era filoso), inserto popote en mi nariz… (Por raro que parezca no sentía nada) y la dejo ahí unos segundos. En seguida inserto la perforación en el popote y viajo hasta mi nariz, volvió a limpiarme con el hisopo.
-ya esta –dijo el
-¿ya?- eso había sido rápido, no me dolió en lo absoluto. Sobreviví.
-si
-gracias- me levante de la silla, ahora era el turno de Meg. También fue rápido, como unos 9 minutos, y después el de Will.
-¿Cuánto le debemos? –pregunto Meg, el hombre escribió la cuenta en una nota. Will pago. Y después de agradecerle, salimos
-estoy orgulloso de ustedes-musito Will, mientras sacaba la lengua, exhibiendo su perforación nueva.
-Will…-dije yo. Meg y yo ya teníamos todo planeado. Convenceríamos a Will de que nos preste efectivo y compraríamos ropa para la fiesta.
-¿Qué paso?-dije él, aun animado. Mejor, ese humor nos daría más posibilidades de convencerlo.
-préstame dinero-musite yo
-jajaja…no
-¡Cómo no!-exigí enojada.
-no soy millonario-contesto él mientras caminaba con un aire despreocupado. Nos hizo seguirlo. Maldito.
-pues en primer lugar, nos debes un favor por qué accedimos a hacernos una perforación-dijo Meg
-y lo agradezco… pero eso es todo- Le cambio la cara Meg
-¿a si?
-si
-Entonces le diere Gina que…-Will interrumpió a Meg diciendo:
-¿Qué cosa?
-inventare algo y punto
-¿creen que a mí me importa lo que diga mi hermanita?-enarque una ceja y lo mire. La sonrisa de Will se borro de su rostro
-¿Cuánto dinero quieren?-dijo él. Bingo, lo habíamos conseguido
-jajaja ¡mucho!-dijimos al mismo tiempo Meg y yo. Will saco su cartera y deposito una gran cifra de dinero en mi mano
-¿eso es suficiente?-pregunto
-si-dije yo
-¿y para que lo quieren?
-vamos a comprar ropa, para la fiesta de mañana-contesto Meg
-pues cómprenme algo ¿no?-dijo Will mientras subía los hombros
-¿Cómo qué?-pregunto Meg.
-sorpréndame-dijo él. En seguida echo a correr dejándonos solas a Meg y a mí. Las dos nos miramos en un gesto de complicidad. Y explotamos en carcajadas.
-bien Meg ¿a dónde vamos?
-reformula la pregunta
-¿Qué?
-deberías de decir ¿A dónde no vamos?
-Vamos al centro comercial

-ok –tomamos un Taxi. Llegamos en cinco minutos y entramos a una tienda enorme y juvenil. Cuando vi el vestido. ESE vestido. MI vestido:

-¡Meg!- grite yo, con emoción
-¿Qué paso? –dijo ella. Se quedo atónita viendo el hermoso vestido azul de tela suave como la seda.
-Es precioso-dijo ella
-es mío-enfaticé yo.
-ok yo encontré el mío también:


-También es lindo-coincidí yo.
-vamos a los probadores- dijo Meg mientras me condujo a los probadores. Yo me metí al 2, ella al 5.
-Amy ¿te puedo hacer una pregunta?
-aja-dije yo mientras me ponía el vestido
-¿Te gusta Gabriel verdad?- Eso no me lo esperaba.
-¿Quién es Gabriel?-dije yo, tratando de sonar despreocupada.
-no te hagas la tonta, me doy cuenta como lo miras
-no lo miro-musite yo. Me mire al espejo. Me veía hermosa. El azul me sentaba bien
-y también noto como te observa el – trague saliva. WOW. El me miraba
-¡aaaaaaaaaaaaaaa!-grite yo. El, sabía que yo existía
-¡si te gusta! Amy estoy feliz por ti, pero él es un humano
-lo sé-dije con tristeza ¿Por qué siempre me gustaba lo prohibido?
-lo de ustedes no puede ser- suspire.
-termine de probarme el vestido-dije yo
-yo también
-sal –me ordeno Meg, Salí del probador
-¿Cómo me veo?-pregunte
-preciosa ¿y yo?-respondió Meg
-pareces una princesa- Pagamos los vestidos y le compramos algo a Will.
Yo tenía un presentimiento: la fiesta de mañana será genial.