Fiesta (parte 2)

Nunca había notado que tenía unos ojos hermosos. De un azul turquesa que te trasportaban a otro mundo. Me perdí en esos hermosos ojos. Podía escuchar el rítmico latido de su corazón atreves de su camisa. Y me sentí intimidada por él. Irónico ¿no?

Una vampiresa con un enorme poder intimidada por un humano común. Pero él no era exactamente común. Esta era la primera vez en toda mi vida sentía esta sensación en mi pecho…

-gra...Gra...Cias- tartamudee yo. Gabriel sonrió. Sentí algo dentro de mí, como si volara. El tenía una sonrisa tan hermosa. Me derretí como la mantequilla. La canción electrónica que estaba sonando término y fue sustituida por “the scientist” de coldplay

-de nada- dijo él, pero no me soltó. En lugar de eso tomo mis manos e hizo que de alguna manera yo empezara a bailar con él. Este momento era perfecto. Me sentía tan completa cuando estaba con él.

-amo esta canción-dijo él. Yo trate de responderle algo, pero las palabas no salían de mi boca. Cuando por fin logre hablar dije:

-¿Quién es Danielle? – el me miro sorprendido y enarco una ceja. No quería decir eso, pero simplemente salió.

-es mi prima… tiene 5 años- me sentí tan tonta, y tan infantil,  si hubiera sido humana me hubiera puesto roja como tomate. Pero es que estaba tan paranoica. Lo quería tanto.

-oh-musite yo.

-¿Por qué lo preguntaste?

-curiosidad- dije yo, y automáticamente sonreí, siempre que estaba con él una sonrisa aparecía en mi rostro.  Era algo lindo.

-tienes una sonrisa encantadora Amy- eso hizo que sonriera aun mas.

- pff

-Hace mucho que eh querido hablar contigo-musito él en voz baja, y muy suave. Se acerco un poco a mí, pero no de una forma promiscua sino de una forma tierna y protectora.

-¿en serio? ¿Por qué?-respondí yo, nerviosa

-es muy difícil de explicar

-tenemos tiempo-yo quería saber con todas mis fuerzas lo que el opinaba de mi. Cualquier pensamiento que tuviera, por pequeño que fuera.

- no el suficiente, simplemente… eres especial- no entendía que era lo especial en mi. Todos decían eso de mí.  Pero eso no importaba. No importaban los demás, importaba él.  Sus palabras eran tan dulces…

-no tanto como tu-dije en voz baja, tan baja que quizás el no lo escucho. No sabía si eso era bueno o malo.

-¿si tenias tantas ganas de hablar conmigo por qué no lo hacías y ya?-musite. El se acerco más. Estábamos demasiado cerca. Podía tocar sus labios si quisiera.

-la verdad… es que tú me intimidas.-dijo él, bufe por un momento. Yo era la intimidada, el era tan seguro de sí mismo. En cambio yo, estaba temblando.

-eres el primero que lo dice- en un momento de locura toque su pecho, exactamente en donde estaba su corazón. Se sentía tan fuerte tan lleno de vida. Nunca me di cuenta de que cuando estaba con él, yo también me sentía viva otra vez.

-tu corazón late muy fuerte-dije yo. La canción termino. Se acerco a mí y me dijo al oído:

-eres la primera que lo dice- La música electrónica volvió. Pero el y yo nos quedamos en la pista de baile, sin bailar ni movernos. Solo viéndonos a los ojos.